Hayat Meziane Talha ejerce como profesora de religión islámica en el colegio Gonzalo Encabo de Talayuela ( Cáceres), donde aprendió sus primeras clases como alumna.
Apenas tenía 2 añitos y medio cuando me encontré en un país diferente al mío, dejando atrás a mi familia, mis vecinos, mi tierra. No es nada fácil dejarlo todo atrás y empezar desde cero. Mi padre decidió emigrar a España de manera legal en busca de un futuro mejor. Años más tarde, tramitó una reagrupación tanto para nosotros como para mi madre en el año 1999.
Una vez llegados a España, nuestro primer destino fue Talayuela, un pequeño pueblo situado en el norte de Cáceres, puesto que teníamos familia en dicho pueblo.
Comencé la etapa de infantil en el colegio del pueblo con la edad de 3 años. Me iba adaptando a mi nueva vida conforme pasaban los años, conocí a gente nueva. Sin embargo, tuve dificultad en el proceso de aprendizaje del idioma en los primeros cursos de la etapa de Primaria, ya que apenas practicaba el castellano en casa. Pero he tenido la suerte de contar con la ayuda y el apoyo de los maestros/as del colegio.
Recibía clases de apoyo durante los cursos del 2º y 3º ciclo de Primaria. Con mucho esfuerzo y dedicación superé la etapa de Primaria a la edad de 10 años, contando siempre con el apoyo de todos los docentes. Para mi ha sido un verdadero reto conseguir todos los objetivos planteados durante el proceso de enseñanza de Educación Primaria, y conseguir buenos resultados.
En el año 2012 finalicé los estudios en Educación Secundaria Obligatoria en el instituto de mi pueblo, con un buen promedio. Durante esta etapa he tenido a un grupo-clase bastante movido y problemático, y esto provocó un desfase en el rendimiento académico de toda la clase. Sin embargo, esto no fue un motivo para rendirse, sino de luchar más y de demostrar que cuando hay ganas y esfuerzo se consiguen todos los objetivos propuestos. Y así fue, supere todas las asignaturas de dicha etapa. Decidí matricularme en el bachillerato de ciencias y tecnología, ya que descubrí que se me daban bien las matemáticas. El primer curso lo superé sin ninguna dificultad, sin embargo el segundo curso me costó más. En 2014, conseguí mi título de bachillerato. Mis sentimientos en aquel momento eran inexplicables, estaba muy contenta y orgullosa de todo lo que había conseguido y sigo consiguiendo, y todo gracias a mi familia y a todos los docentes y profesores que han estado apoyándome en todo.
Al finalizar la etapa de Bachillerato, me inscribí en distintas universidades de varias ciudades. Una de las universidades que me aceptó fue la Escuela Universitaria de Educación y Turismo de Ávila. Fuí a la universidad y me matriculé en el grado de maestra en Educación Primaria. Fueron 4 años intensos e importantes ya que aprendí muchísimo tanto a nivel educativo como a nivel personal. Era la primera vez que iba a vivir lejos de mi familia, sola y estaba obligada a depender de mí misma.
Gracias a Al-lah he tenido la suerte de realizar las prácticas de maestra en el colegio de mi infancia, donde estudié durante 9 años. Estaba muy ilusionada y nerviosa a la vez, ya que eran mis primeras prácticas y sobre todo en un colegio donde me conocían casi todos los maestros y las maestras. He aprendido muchísimo tanto de los alumnos como de los compañeros, y me di cuenta que trabajar con los niños es precioso y hay que tener vocación para poder disfrutar de esta profesión.
Después de finalizar las prácticas, superé todos los créditos del grado y me gradué como Maestra de Educación Primaria en el año 2017.
Mi primera experiencia laboral en el ámbito educativo fue en el año 2020 como maestra de Religión Islámica en un colegio público del pueblo de Navalmoral de la Mata (Cáceres). He seguido impartiendo clases de Religión el curso de 2021-2022. Ha sido una buena experiencia ya que considero que es un orgullo impartir clases de tu propia religión, y desde mi punto de vista, aprendes más de lo que enseñas, y en esto consiste la docencia, en seguir aprendiendo y formándose constantemente. Considero que la docencia requiere de mucha responsabilidad puesto que hay que transmitir los contenidos al alumnado de la mejor forma posible y de una forma lúdica y divertida.
Hace poco empecé a ejercer de maestra de Religión Islámica en el colegio de mi infancia, el mismo colegio donde realicé las prácticas de maestra. Nunca imaginé ejercer de maestra en el colegio dondé fui antigua alumna. Pero como mencioné anteriormente, todo se consigue con esfuerzo y dedicación y sobre todo confiar en los sueños. Tengo muchísimas ganas de trabajar con alumnos de mi pueblo, de empezar nuevos proyectos, nueva etapa in sha allah. Estoy convencida que será un gran curso in sha allah.
Para finalizar, quiero agradecer a toda mi familia por el apoyo que me han dado y me siguen dando, a todo el profesorado desde infantil hasta la universidad, y sobre todo al hermano Adel, delegado de la Comisión Islámica de España en Extremadura por la confianza y la oportunidad que me ha brindado, y el trato que está teniendo con todos los maestros.