Fregenal de la Sierra ( Badajoz), 08 octubre 2017,fregenal.hoy.es,
El Ateneo Popular Frexnense abrió la puerta al Islamismo a través de las aportaciones del delegado de la Comisión Islámica de España en Extremadura
FREGENAL DE LA SIERRA,08 octubre 2017,fregenal.hoy.es, UAN IGNACIO MÁRQUEZ
Adel Najjar en el Ateneo de Fregenal de la Sierra. / JUAN IGNACIO MÁRQUEZ
El Ateneo Popular Frexnense abrió la puerta al Islamismo a través de las aportaciones del Presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Extremadura
El nuevo edificio del Centro Integral de Desarrollo de la Diputación de Badajoz acogía en la noche del pasado viernes el arranque del ciclo de conferencias 2017/2018 del Ateneo de Fregenal de la Sierra con una interesante aportación a cargo de Adel Najjar, Imam de la Mezquita de Badajoz, Presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Extremadura y Delegado de la Comisión Islámica de España en Extremadura, quien se refirió a la actualidad musulmana en Extremadura y el mundo.
Una conferencia que seguía cerca de medio centenar de personas, que en el tramo final del acto mostraban su preocupación, entre otras cuestiones, por la huella que viene provocando el llamado “terrorismo Islamista”, término del que trató de huir el ponente durante toda la noche.
En este sentido, apostilló Adel Najjar, en repetidas ocasiones: “Nosotros no podemos aceptar este término, porque el Islam no tiene nada que ver con esto, se trata de personas. Cualquier acto terrorista lo es en base a la actuación de personas. Lo que pasó en Las Vegas, por ejemplo, nadie pregunta por su religión. Igual hay gente aquí que cree en la religión musulmana y comenten actos de terrorismo, nosotros estamos contra estos hechos, pero creo que el Judaísmo, el Cristianismo o el Islam, no tienen nada que ver con esto, son las personas, acertamos o nos equivocamos”.
Desde un mensaje sustanciado en profundas convicciones religiosas abogó, permanentemente, Najjar por la convivencia, afirmando: “Tenemos que demostrar al mundo que no hay diferencias entre unas religiones y otras, al final quien juzga es Dios. Nosotros no tenemos derecho a juzgar a los demás, sean musulmanes o cristianos”.
El Imam de la Mezquita de Badajoz, que lleva viviendo hace más de 30 años en la capital pacense, comenzó refiriéndose a la necesidad de “derribar muros, para que nos conozcamos mejor, desde la idea de que nuestros hijos, extremeños, nacidos aquí, dijo, tengan la misma igualdad y se sientan ciudadanos de esta tierra, defendiéndola como lo hace el resto”.
Más adelante, desde un lenguaje autocrítico que, también, mantuvo presente durante buena parte de su intervención, señaló: “Los musulmanes hoy no estamos a la altura de la grandeza del Islam, estamos por muy debajo, porque si hablamos de historia tendríamos que hablar de: astronomía, matemáticas, química, física, pensando que lo que se estudia hoy está sustanciado en nuestra aportación histórica a esas ciencias. Cuando los musulmanes hicieron de Córdoba la mejor ciudad de Europa, de Bagdad una referencia cultural o de Badajoz una estancia de importantes autores y escritores fue por algo; pero, hoy, lamentablemente, los musulmanes no hacemos estas importantes aportaciones al mundo, esto hay que reconocerlo.
Como dijo un sabio islámico que emigró a principios del siglo XX a Francia, tras su regreso a Egipto: “He encontrado el Islam pero no musulmanes. Encontré en occidente, los valores de la religión musulmana: la sanidad, la educación, el diálogo, la convivencia; por eso he encontrado el Islam, pero no musulmanes”. Esto nos lleva a pensar que hemos fallado con nuestra religión y por eso surgen, lamentablemente, esas actitudes que están saliendo entre los jóvenes, muy lamentables, y que nos hacen mucho daño, pero a mí, como representante me corresponde luchar contra esas mentalidades cerradas que manchan nuestra religión, mi religión, por el contrario, es líder en la tolerancia”.
En diferentes momentos, abogó Adel Najjar, por acabar con los prejuicios entre las culturas de Oriente y Occidente, refiriéndose de forma más pormenorizada, siguiendo la llamada en que se sustanciaba esta convocatoria, a la presencia musulmana en Extremadura, donde afirmó conviven 20.000 musulmanes, la mayor parte de ellos en la provincia de Cáceres, unos 13.000, situándose menos de 7.000 en Badajoz.
En este sentido, indicó que la mitad de los musulmanes que viven en Extremadura son españoles, bien nacidos aquí o con pasaporte español y defendió una normalización de sus vidas, como personas de aquí, pero con sus creencias.
Centrado en el trabajo que realizan desde la Mezquita de Badajoz, tratando de mejorar la vida de su barriada, se refirió a su particular lucha por “una generación preparada y que tenga el valor del respeto como referencia”, para concluir citando un versículo del Sagrado Corán relativo a la necesidad de que los pueblos se conozcan entre sí “aceptando la diversidad porque el problema, dijo, no está en los conceptos sino en las personas. Seguiré luchado por los valores de la convivencia y el respeto desde el diálogo”.
PREGUNTAS
A partir de ahí, en un intenso turno de preguntas de los presentes, en muchos casos con el recurrente tema del terrorismo de fondo, afirmó: “No podemos callar ante mentalidades cerradas que matan en nombre de la religión y no llegamos a entender la manipulación mental, difícil de explicar, que lleva a lo que puede pasar por las cabezas de uno de estos jóvenes, y desde luego no se pueden relacionar estos casos particulares con el trabajo que se realizar normalmente en las mezquitas, desde nuestro doble compromiso de ayudar a los musulmanes y empatizar con la sociedad en la que trabajamos”.
Tras reconocer que es necesario trabajar más por la convivencia en algunas poblaciones del norte de Cáceres, donde se da más una co-estancia que una convivencia real, como apuntó alguno de los presentes; quedó al descubierto, por momentos, una cierta falta de jerarquía que lleva a que el trabajo que se realiza en las mezquitas, dependa muy directamente de la voluntad de cada Imam, cuya elección se lleva a cabo sin el control directo de autoridad alguna; constatándose la necesidad de que se realicen cursos de formación y en todo caso que se abracen los valores del Islam. “Confío en mi religión, dijo, pero hay que diagnosticar la enfermedad para poner el tratamiento”.
No faltó una ligera mención a la situación de la mujer musulmana, con la que culminó Adel Najjar, diciendo: “Todos son injustos con la mujer musulmana. Quien piense que la mujer es inferior tiene un problema. Hoy por hoy en la universidad hay más chicas que chicos y yo necesito una mujer líder en Badajoz para demostrarlo”.